sábado, 10 de octubre de 2009

Memorias del Abismo I.c

El otro grupo de personas que combatió a mi lado lo conozco mucho menos, y no sólo por llevar menos tiempo con ellos, si no además por la extraña cultura de la que procedían: oriente. Y es que me cuesta recordar un solo momento en el que nos hallan hablado de su vida, su pasado o simplemente sus emociones.
La primera de estas personas era la noble Oyumi, heredera y única superviviente del clan de los Grulla. Era una chica muy delicada e introvertida, me daba la impresión de que toda su vida había sido destinada a convertirse en la líder del clan, y cuando todo esto desapareció el choque fue demasiado para ella. Pensaba, y creo que no era el único, que esa chica no sabía hacer nada que no fuese hablar con otro noble, pero es evidente que nos equivocamos. Al perder a su familia y su pueblo no dudó en unirse a nosotros para vengarse de los que habían cometido esa atrocidad y evitar que otros pueblos sufriesen lo mismo que había sufrido el suyo. Y para hacer esto luchó y soportó como cualquier otro miembro del grupo sin que la viese arrugarse en ningún momento.
Y al hablar de lady Oyumi es inevitable hablar también de su inseparable guardaespaldas (y quizá algo más), Riogi. El motivo por el que se unió a nosotros es simple, vino Oyumi, y al parecer su padre le dijo antes de morir que la protegiese. Creo que era el menos hablador de todos, incluso hasta el punto de que siquiera conseguía decir más de dos palabras seguidas a Oyumi. Y de él poco más puedo decir, salvo que era un valiente guerrero entregado por completo a su misión.
Y para acabar me queda la misteriosa Akami. Tampoco crucé más de dos frases seguidas con ella (a veces pienso que en Suryamar la gente se comunica mediante olores o algo así), y la mitad de las veces que me dijo algo fue para recriminarme el haber salvado a Larya. Dejando de lado este asunto recuerdo que solo la vi la cara una vez, y desde entonces siempre ha permanecido con esa máscara ritual del clan del escorpión. La verdad es que pienso que el combate era algo sagrado para ella, su única manera de evadirse de algo que la acosaba. Y cuando estaba consagrada a él era temible.

Una vez finalizado el recuento de mis aliados no me queda otra opción de hablar de los enemigos, el primero de los cuales queda en familia. Efectivamente, el ser que más odio en la vida es a mi propio padre. Supongo que es irónico que no lo haya odiado de niño por haberme castigado por portarme mal y le odie ahora, entre otras cosas, por no haberlo hecho. Y es que si hubiese tenido un padre normal, uno que se hubiese ocupado por su familia, toda mi vida hubría cambiado, mi hermana estaría viva, yo no estaría aquí, e incluso mi madre podría estar viva. Y por supuesto que tampoco le puedo perdonar todo el daño que nos hizo a mí y al resto del grupo: mató a Daphne, arrasó un pueblo solo para llevarme con él..., son demasiados los pecados que le atribuyo y dudo que no haga más que engrosar esa lista con el tiempo.
Profundizando en el ranking de los más odiados se encuentra el nigromante Darksmare. Y motivos no me faltan, pues no sólo intentó que el mundo fuese absorbido por el plano de energía negativa, si no que además tuvo que matar a Valadia para que no se entrometiese en sus oscuros planes. Pensamos que lo habíamos matado cuando lo derrotamos en el desierto de los huesos, cuando consiguió la espada de Khas, pero ninguno de nosotros cayó en que poseía un imp que, al hacerse invisible escapó de nosotros y pudo curar a su maestro. No sé si me volveré a encontrar con él, de hecho no sé si me voy a volver a encontrar con nadie, pero en el caso de que lo haga no le dejaré secapar tan fácilmente.
Y bueno, el tercer lugar no lo ocupa nadie en especial, si no más bien todos los que han hecho que ahora esté en este desierto sin fin: Macda y todos los diablos, Larya y los suyos y en general todos los que intentan manipular mi existencia para que sirva a sus propios fines.
Pero no, a Larya no podría agruparla con todos los demás. Ella es especial, para bien o para mal, y la forma en la que a interferido en mi vida ha sido de todo menos casual. La verdad es que mis sentimientos hacia ella han pasado por todos los estados posibles, del deseo al odio con solo un ligero matíz, y actualmente ya no se ni lo que es para mí. Por una parte me liberó de la ciudadela de bronce del averno, pero por otro lado me marcó como a un perro y me tiró a este paisaje desolado, sin casi ninguna posibilidad de sobrevivir. No sé, respecto a ella me hago un lío, se que la odio, pero ojalá estuviese ahora a mi lado.
Y para terminar sólo me queda el asqueroso desollamentes. Sí es cierto, Knaive Or Sharexy nos “ayudó“ en un par de ocasiones, pero sin duda para llevar a cabo los planes que tenga en mente. Y sinceramente, no me gusta ser un peón de nadie, y menos de alguien con el corazón tan oscuro como el suyo. Supongo que acabaremos luchando contra él cuando definitivamente, nuestros caminos se crucen.
Y llegado a este punto no creo recordar a nadie más que haya dejado una fuerte marca en mi vida, salvo que mi mente haya sido más manipulada de lo que yo pienso, claro está. Será mejor que deje la pluma y reanude la marcha hacia el rojo horizonte. A saber qué peligros e infortunios me deparará en mi larga marcha hacia la libertad.

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