martes, 20 de octubre de 2009

Alas de Dragón II

Garret fue reclamado al palacio, donde la obesa e histriónica reina Zane de Alexandria en persona le encomendó la misión de recuperar la Piedra Rosseta, un gran rubí propiedad de la familia real, que había sido robado. Dado que el culto a Shiva no era el oficial de la ciudad y el clérigo dependía de la buena voluntad de las autoridades para poder seguir predicando, no pudo negarse. Las pistas llevaban a las catacumbas de un antiguo monasterio abandonado en mitad de un bosque que había al sureste de la ciudad.
A Garret le acompañaron Thorcrim y Gilian, que buscaban aventuras, por lo que no tuvieron inconveniente en sumarse a la búsqueda, esperando una jugosa recompensa si lograban recuperar la joya. Sin embargo, la búsqueda fue complicada, pues tanto el bosque como las cavernas resultaron estar cuajados de peligros, tanto trampas y no-muertos como la fauna local. Finalmente los tres quedaron seriamente heridos y con Garret, el único que poseía el poder de sanar, inconsciente tras un duro combate. Pero lo peor fue que de repente las puertas de la sala donde se encontraban se cerraron con unas pesadas losas de piedra, y se abrieron unos pequeños agujeros por donde empezó a salir agua. De este modo quedaron atrapados en una habitación que se llenaba lentamente de agua, sin posibilidad de pedir ayuda y condenados a morir ahogados.

2 comentarios:

  1. Veo que le estás cogiendo el gustillo a eso de dejar las cosas en lo interesante, jeje, sólo te falta poner un sudamericano que se llame Jorge Luis. Me alegro de que continúe la colaboración externa. Aprovecho para seguir pidiendo la "colaboración ciudadana" en hacer este blog más grande, útil e interesante.

    Saludos!

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  2. Si, vale, lo se, Garret tardó en aprender a ponerse en segunda fila como deberia... pero joer, que era el mas alto del grupo con diferencia, y se sentia un poco protector, como casi siempre le ha pasado

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