jueves, 13 de agosto de 2015

Dudas del emisario del equilibrio I

Todos los hombres tienen un destino que cumplir. Y en general los sirvientes de Ayailla buscan que la gente pueda estar en disposición de alcanzarlo si se esfuerzan. Los hermanos y hermanas grises buscan que la muerte no llegue antes de tiempo a la gente, que la enfermedad se convierta en una lección de la que aprender, y que la muerte de los seres queridos no aporte solo pesar.

Los elegidos tienen una misión más  complicada, destruir a los no-muertos que rompen el ciclo natural, luchar contra los desequilibrios, o contra aquellos que los causan, ayudar a aquellos con destinos gloriosos. Lo cual en ocasiones les obliga a caminar del lado de la luz, o de la oscuridad más extremas.

La diosa misma es la que permite que aquellos que mueren alcancen su destino en la muerte o en la otra vida. La que mantiene el delicado equilibrio del panteón, enfrentándose a todos, pero igualmente colaborando con todos.

Pero estoy yo, un simple mortal, liberado de las ataduras del destino. Sin un camino por delante que transitar, sin un lugar al que dirigirme, pero con una misión que me temo me queda grande. ¿Como puedo decidir el futuro de una guerra si no tengo claro cuales son los bandos o que representan?¿Si alguien no tiene un camino por delante, como puede llegar a su objetivo, como puede alcanzar cualquier destino?

Por el momento me estoy dejando llevar por lo que considero deudas personales, mucha gente me ha ayudado a sobrevivir, a llegar hasta donde estoy ahora mismo, y lo mínimo que les debo es gratitud. Thrain y Elodrin, Castor y Jonas, Hadrian y Morrigan, los mandragoras, incluso Sinniset y tantos otros cuyos caminos ahora están tan lejos del mío.

Seré sincero, no lo hago por obligación, me encanta la compañía de la gente, y ayudarles a cumplir sus objetivos, en muchas ocasiones nobles y elevados, ¿y a quien no le gusta algo asi?. Por el momento no he hecho nada que no quisiese, he seguido mi lucha personal por el equilibrio, pero mi misión me ha recordado que hay dos caras en toda moneda.

Por el momento estoy viendo luchas e injusticia, enfermedades antinaturales, y jueces que parecen inventar la ley según sus necesidades, seres corruptos alzarse, mientras los buenos de corazón son aplastados, muerte y esclavitud. Pero también he visto libertad, pureza, y alegría, lideres queridos que se preocupan por los suyos. Si he de decidir entre orden y caos, debo ver ambas caras de la moneda. Tengo que encontrar un camino para dejar de luchar indiscriminadamente contra ambos, e intentar conocerles. Debo decidir, pues la indecisión puede ser peor.

Tal vez debí haber aceptado la oferta del ángel y comenzar mi misión real en lugar de dedicarme a jugar a ser el héroe otra vez. A punto estuve de aceptar su oferta, si el ángel no hubiese estado tan seguro de que representa la única solución posible, tal vez lo hubiese hecho.

Pero ahí estaba Thrain. E Iyaira, Elodrin, y Hadrian. Y por un momento olvide mi misión, y pensé que el ángel se equivocaba, que no representan la alternativa al caos. Al menos no la alternativa que me parece deseable. Y recordé que las monedas no tienen solo dos caras.

Una moneda en equilibrio se puede mantener de canto...

Notas sobre mis compañeros de viaje:

Hadrian: Se comporta como un matón de barrio, y parece que le encanta ser así, pero en el fondo no le veo mala gente. Siempre está ahí para ayudar en cuanto estamos en un lío, como si fuésemos su responsabilidad, o al menos como si Elodrin lo fuese. Le encanta lanzar puyas (especialmente a Thrain que cae en todas), pero no he visto que sus actos compartan el punto de vista de esas palabras. Y los actos dicen mucho más que las palabras. Parece querer huir de su pasado, e incluso a veces parece que le gusta recibir castigo físico.

Morrigan: La intrigante Morrigan, guardiana y conocedora del futuro. Un futuro al cual parece querer arrastrar a mis compañeros. Nos deja entrever migajas de información, pero deja lo mejor secreto. Parece intentar manipular al resto del mundo, pero por algún extraño motivo no a mi. Puede ser porque no es capaz de ver mi futuro, o que sea su forma de intentar manipularme. Me preocupa que ella ya conociese el futuro que han visto Elodrin y Thrain, y esté intentando manipularme para cambiarlo de alguna forma.

Elodrin: Una personalidad apabullante, pero mientras que Morrigan es una tentadora, Elodrin es más como el amigo con el que siempre te gusta estar. Aunque en ocasiones se puede entrever la inocencia en su interior, temo que esta haya sido dañada. Conozco algo de su pasado reciente por Jonas, pero el que puede llevar a un elfo a iniciar el camino que Elodrin ha tomado como suyo es algo que escapa a mi comprensión. Actúa como si todo fuese según un plan elaborado del que él forma parte desde un principio, y no tiene ninguna duda en como llevarlo a cabo.

Thrain: Heredero del antiguo rey eterno, ¿que se puede decir de alguien con tal pedigri que no le haga palidecer frente a su antepasado? Noble, preocupado por los suyos, y por los que no lo son, a veces demasiado. Me temo que su excesiva atención al detalle, a hacer cualquier bien posible por su causa, su dedicación por luchar por cualquier pequeño avance le puedan suponer avanzar más lento, frenar el avance real de su misión. A veces parece tan cargado con el peso de todos los problemas, que da la impresión de no ser capaz de observar la situación desde lejos. Si el antiguo rey se comportaba de forma similar, no entiendo como los humanos pudieron desear su caída.

Aaron Darkcrow 4 de noviembre del año 815

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