martes, 23 de febrero de 2010

El sueño de Kayrion X

Al rato regresó Dannelle. En una voz muy baja, poco más que un susurro, le dijo.

-“Ya está más calmada. Creo que deberías hablar con ella a solas. Está un poco asustada por todo esto, pero es una chica valiente. Todo esto la supera. Es lista, lo acabará entendiendo, pero necesitará algo de tiempo. No te preocupes, sé que te acabará queriendo. Eres el hombre más bueno que he conocido y sabes hacerte querer, así que ten confianza en ti mismo. Además, creo que llevaba tiempo queriendo conocerte, es solo que le ha pillado demasiado de sorpresa. Le he dicho que vas a curarle el pie, ¿podrías?”

-“Sí, claro… Ya sabes que no hay ningún problema por eso”- asintió.
-“Creo que se ha roto un dedo.”
-“Podré arreglarlo, no te preocupes.”
-“Lo sé.”- dijo con tono y mirada de tener toda su confianza puesta en él.

Kayrion se maldijo mentalmente. Incluso después de todo ese tiempo y todo lo que le había hecho, ella seguía sabiendo cuando necesitaba calmarse un poco, y cómo hacerlo. Se preguntó en qué situación le dejaba el hecho de que una de las personas que mejor le conocía le hubiera podido juzgar tan mal. Llegó a plantearse si Dannelle no habría tenido algo de razón, después de todo. Finalmente hizo de tripas corazón y se dirigió a la habitación de Janice. Mientras tomaba aire antes de abrir la puerta, Dannelle le puso la mano en el hombro. Se volvió y sus miradas se encontraron.

-“Sé que no tengo derecho a pedirte nada, pero hay algo que tengo que pedirte. Por favor, no le digas nada de lo que hacía antes.”

-“¿No se lo has contado? ¿Por qué? Debería saberlo, y estaría orgullosa de todo lo que hiciste. ¿Es que te avergüenzas de aquello?”

-“No, no es eso. Sé que sólo hice lo que tenía que hacer. Me puedo arrepentir de muchas cosas, pero no de eso. Sólo quiero que no se sienta rara. Ya sabes… Es muy probable que ella herede mi poder.”- Sus ojos crepitaron por un instante, cargados de energía psiónica.-“Aún es muy pequeña para que sepa que seguramente algún día tendrá que cargar con esto. Con esta mezcla de maldición y don.”- vaciló por unos instantes. –“Aunque no sé si en realidad no se lo he contado por eso… o porque me da miedo que sepa toda la sangre que he derramado… Creo que intuye algo, pero no quiero que sepa que su madre fue una de las guerreras más salvajes de la última generación. Por favor…”

-“La mayoría estaría orgulloso de haber luchado, ¿sabes? Fue algo digno de ser contado. Y estoy seguro de que cualquier niño se enorgullecería de que su madre hubiera combatido como tú lo hiciste. Pero está bien. Si no quieres no se lo diré.”- reflexionó sobre un instante y continuó –“¿Y le contaste algo sobre mí? ¿O sobre lo que hice yo?”

-“Sí. Se lo conté todo. Quería que estuviera orgullosa de ti, que te conociera todo lo posible, aunque nunca te hubiera visto.”

Kayrion se preguntó cómo podía estar orgullosa de lo que había hecho él y avergonzarse de lo que había hecho ella, teniendo en cuenta que siempre habían combatido codo con codo, pero Danelle le interrumpió empujándole suavemente hacia la puerta y diciéndole. –“Ya hablaremos luego. Será mejor que no la hagas esperar más. Suerte…”

2 comentarios:

  1. Un poco más flojo en cuanto a historia con respecto a los anteriores. Pero sigue siendo interesante :)

    ¿Cuál es el don/maldición de Dannelle? ¿No era humana? :O

    Un abrazo!

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  2. El pequeño duende1 de marzo de 2010, 16:25

    Semielfa, berseker, psionica... supongo que lo de la maldición lo dice un poco por lo de psionica (es un tanto raro en nuestro mundo, al menos por el momento), aunque puede ser por alguna de las cosas raras que ha hecho/le han pasado...

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