Algún día en alguna de las infinitas capas del abismo:
Después de pasar lo que pudieran haber sido años encerrado en las entrañas de la ciudad de bronce en el Averno, capurado por los diablos, por primera vez recupero la facultad de pensar. Y mucho tengo que pensar si quiero hacerme siquiera la idea de lo que ha sido mi vida, pues todo lo ocurrido antes de mi captura me parece ya lejano y confuso. De todas formas espero que este pequeño relato ayude a aclarar mi mente ahora que cuento con las hojas de libros ya escritos y una pluma impregnada en sangre, el único líquido que veo en todo lo que abarca la vista. Quiero constar que el orden de aparición de las siguientes personas es simplemente el que llega primero a mi dolorida cabeza.
¿Primero?, es fácil, la persona que mas he querido, la que no olvidare nunca, mi hermana, aunque de ella creo recordar que ya escribí algo y desde luego que lo que siento por ella no ha cambiado.
Avanzando en mis recuerdos me topo de lleno con una un grupo de personas que han marcado mi vida para bien o para mal. La primera de ellas es la bárbara Kehay llamada Danelle, la verdad es que he pensado mucho en ella últimamente, ¿la odio?, quizá, es todo lo contrario de lo que yo soy. Ella se interpuso en mi camino y finalmente acabamos luchando. Y aun sigue, esa lucha no ha cesado en mi cabeza desde que fuí capturado. Pero lo que nunca la perdonaré es haberse metido entre Daphne y yo, no haberme permitido el derecho a ser amado, tal y como yo amé... tal y como ella lo fue con Kayrion. Pero si algo sé es que si algún día regreso a mi mundo solo uno de los dos sobrevivirá, pues somos espíritus opuestos que acabaremos por destruirnos.
Daphne... ese nombre significa mucho para mí desde que lo oí por primera vez. Yo la amé, y ella me hubiera amado de no ser por las intromisiones Danelle. Ya no se lo que siento por ella, no se si puede quedar amor en una mente tan torturada como la mía, y no se si ella podría amar a alguien tan oscuro como yo. En mis sueños he visto su muerte miles de veces, al principio con horror, mas tarde con indiferencia, como si no significase nada para mi. Pero no, eso no me lo conseguirán arrebatar, sí , sé que la amo, pese a lo que ellos quieren decirme. De hecho si caí tan profundamente en las garras del mal fué en parte porque tras su muerte ya todo me importaba menos, menos la venganza. Finalmente sólo me queda añadir que su recuerdo quizá sea lo único que me ha mantenido cuerdo hasta ahora, y si sigo luchando en mi agónica batalla por salir de este sitio es en parte por ella.
Y de Valadia que puedo decir, ella sin duda era especial, fue mi primer amor platónico y después mi mejor amiga, la mejor amiga de todos los que la conocían. Me maldigo por haber intentado matarla, y maldigo a Danelle por no haberme detenido... y a todos los demás por no haber podido salvarla. Ahora que ya no está no sé que pasará con la guerra que se está librando, pero desde luego no nos espera un futuro nada halagüeño. Sólo espero que el sacrificio que hizo por nosotros sirva para algo más que para estar vivos.
martes, 6 de octubre de 2009
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Pobre alma torturada...
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