viernes, 30 de octubre de 2009

Alas de Dragón III

Aquel habría sido el fin de aquellos valientes aventureros si no hubiera sido porque preocupados después de tres días sin saber nada de ellos Daemigoth, Denai y Cora decidieron partir en su búsqueda, conscientes de que ya deberían haber regresado. El camino también fue duro para este nuevo grupo, que sufrieron una emboscada por parte de un gran grupo de Kobolds, pero tuvieron la fortuna de encontrarse con Xhaena, una druida elfa de gran poder, la guardiana de aquel bosque. Xhaena curó sus heridas e hizo que les acompañara su ayudante, Saiban, un explorador humano. Siguiendo los pasos de sus compañeros atrapados, los cuatro se adentraron en las catacumbas enfrentándose a sangre y fuego a todas las criaturas que les salieron al paso. Finalmente, y en mitad de un duro combate contra unas Mantas Oscuras, lograron reunirse con sus compañeros, que estaban en ese momento a punto de ahogarse.
Después de un largo y merecido descanso, los siete continuaron adentrándose en la larga red de túneles, infestados de arañas gigantes y no muertos, a lo largo de varios días, ya que cada poco tenían que detenerse a descansar para reponerse de sus heridas y que Garret recuperara sus conjuros de sanación. Finalmente llegaron ante la cámara donde les esperaba aquel que había robado el rubí, custodiada por un gran grupo de esqueletos, liderados por un esqueleto más grande, posiblemente de un ogro. Este esqueleto logró acabar con la vida de Saiban, antes de que Garret lograra canalizar su poder divino para inmovilizar a aquellas abominaciones. Sin embargo, aquello fue sólo el principio de un duro combate, ya que tras las puertas que los esqueletos custodiaban se encontraba el que sería la primera Némesis del grupo, el nigromante llamado Dark Smare, junto con su mascota, una monstruosa hidra, que pese a ser una de las más pequeñas de su especie, a punto estuvo de acabar con los valientes compañeros, y de hecho logró matar a Garret. Cuando la hidra fue finalmente reducida, su maestro optó por huir, aunque no antes de dejar caer a propósito el rubí. Ya no lo necesitaba, había logrado liberar la energía negativa, aquella que sustentaba a los no-muertos, que la gema contenía. Saquearon todo lo que de valor encontraron y regresaron a Alexandria.
Tras devolver la gema, la recompensa fue decepcionantemente mísera, insuficiente para pagar la resurrección sus compañeros muertos, que costaba una pequeña fortuna, pero, por fortuna, la princesa Neivah, la heredera al trono, se apiadó de los aventureros y les entregó algunas de sus joyas, con las cuales pudieron pagar la resurrección.

3 comentarios:

  1. Holas, gente. Esta entrada me ha salido bastante más larga que las otras, pero no me parecía bien subdividirla más, y espero que os guste tal y como está. Eso sí, recordaros que esto de los comentarios funciona y no muerde, así que aplicaos, plis.

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  2. Voy a ver si no muerde... aaaagh!!! mi dedo!!! Javi, esta me la pagas!! XD

    Fuera de coñas, muy chula la saga, tanto esta como la de "Dragones". Estoy enganchado a las dos :P

    A ver si el domingo me enseñas Alberto en un momento a publicar cosas con etiquetitas y tal y meto el faq.

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  3. Muy chulo, a ver si hablamos este finde, e igual te paso alguna información que tengo yo al respecto.

    Un saludo

    PD: no muerde Isra, ese ha sido Bumer

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