Pero no podía negarlo, aunque en parte se había callado por el qué dirán, el verdadero motivo era que, bueno, le daba muchísimo corte. Ella era una chica guapísima, extrovertida e inteligente, con toda una legión de tipos que darían un brazo por salir con ella y él era un gigantón desgarbado bastante tímido,despistado y algo solitario. Además, había que reconocer que tampoco es que fuera un genio de la ingeniería, precisamente. Aún así, eran buenos amigos. Era su mejor amiga, la única persona a la que se atrevía a confiarle casi todos sus secretos, pero era precisamente la posibilidad de fastidiar eso lo que más le asustaba.
Estaba nervioso sólo de pensarlo. Iba a necesitar unas cuantas copas para calmarse un poco y reunir el valor necesario. Igual debería invitarle a un par de copas también a ella para tranquilizarla un poco. A veces tenía un carácter de mil demonios. Bueno, más bien casi siempre, al menos durante un rato. Durante un tiempo había intentado tratarla según el protocolo nobiliario, pero cada vez que lo hacía se ponía hecha una furia, quedándose fría y distante. Por el contrario, cuando la tuteaba, a veces le echaba la bronca por ser tan descarado, pero se le pasaba el mal humor en seguida y pasaban el resto de la tarde charlando tan tranquilos.
Ser amigo, quizás el mejor amigo, de la chica que le gustaba distaba de ser todo ventajas. Podía ser bueno espantando moscones, pero a veces tenía la sensación de que Treia no le percibía como un hombre, como alguien que podría desearla. A veces se sentía como una mascota, dulce y adorable, pero que ni loca se llevaría a la cama. Todo se parecía demasiado a aquel monólogo satírico que un comediante había contado en cierta ocasión. La que terminaba con “Así que si hay una extinción masiva y quedas como el último hombre sobre la faz de la Tierra, quizás, sólo quizás, puedas mojar…”. No era lo que se decía una gran perspectiva, y menos porque distaba mucho de ser el único hombre, no sólo sobre la faz de la Tierra, sino de la vida de Treia.
El peor era ese tipejo, Grougan. Para Thorcrim no era más que un pretencioso embustero enamorado de sí mismo, pero para la mayor parte de la gente era un joven noble, valiente, guapo y encantador, y tan rico que podría perder una bolsa de oro cada día de su vida y poder morir anciano estando aún forrado. Era un guerrero experimentado, que había salido un par de veces de aventuras y había ido a la guerra, y para muchas era el soltero más codiciado de Kazak Monk. A Thorcrim le hervía la sangre cada vez que le veía cortejando a Treia, sobre todo porque ella aceptaba de buen grado sus atenciones.
Aunque nunca le había caído bien, no había estado seguro de que no era más que un farsante hasta hacía unos meses atrás, cuando le había tocado reparar su coraza después de unas incursiones. Sus compañeros y él le habían contado a todo aquel que estuviera dispuesto a oírles toda una serie de fantásticas aventuras que habían culminado enfrentándose a toda una banda de trolls. Mientras media ciudad escuchaba sus historias, Grumry le había encargado que recompusiera armadura del joven noble, una excepcional coraza completa, forjada por el propio Grumry tiempo atrás, que estaba bastante dañada. Thorcrim jamás había trabajado en una pieza de esa calidad y complejidad. Recordó haberse preguntado cómo demonios se las iba a apañar para dejarla como nueva. Como si pudiera leerle el pensamiento, Grumry le había dichocon esa voz pausada y grave: “Observa la pieza y concéntrate en ella y te dirá todo lo que necesitas saber, y algunas cosas más.”
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Creo que solo coincidí con Thorcrim una vez, y no me causó mala impresión. Pero después de leer esto me parece un pringado de mucho cuidado xD
ResponderEliminarUn saludo!
Podría decirte que de eso nada, pero bueno, en realidad lo era, qué se le va a hacer.
ResponderEliminarNo todo el mundo puede ser el macho alfa, ni siquiera en las partidas de rol ;)
Gracias por tu comentario!
Míralos, los enanitos, intentando parecer monos... no! asco!! puaj, puaj!! sucios y rastreros enanos... nada de copular en mi mundo!!!
ResponderEliminarEn fin, que aunque sean unos miserables, es bonito leer sus intentos de parecer personas... de todas formas, más que tomar "una copa", deería pimplarse unas birras, no? qué clase de enanos finolis son estos?? te advierto que ni con estas van a lirarse de mis odios... :P